La guerra mundial en siria.

A inicios 2011 surgieron una serie de protestas en contra del gobierno sirio, que se encuentra dirigido por Bashar al-Assad y su partido Ba’ath. Durante el enfrentamiento entre el socialimpersialismo soviético y el imperialismo norteamericano del siglo pasado, Siria se había convertido en una semicolonia de los rusos. Esta posición sigue vigente hasta hoy en día, y es uno de los últimos reductos seguros que tiene el imperialismo ruso en la zona, junto con Iran.

La alineación anteriormente mencionada, convierte a Siria en enemigo directo del imperialismo norteamericano, y este no dudó en apoyar las protestas para tratar de debilitar a su contrincante, aprovechando el descontento popular en contra de la dictadura burguesa que mantenía Bashar al-Assad. Las aspiraciones de revolución del pueblo una vez más se desviaban para estar al servicios de la pugna interimperialista, al no contar con un partido comunista que guiara los intereses del pueblo.

Estados Unidos y sus aliado comenzaron a armar a los manifestantes, enviando agentes especiales para esta tarea, y lograron convencer a ciertos generales y demás mandos de las fuerzas armadas sirias para que se revelaran en contra del gobierno de al-Assad. Todos estos elementos conformaron el Ejército Libre de Siria (FSA por sus siglas en inglés) al servicio de un comité de la llamada “disidencia” que había formado un “gobierno en el exilio” pro norteamericano. Esta junta tiene como sede a Turquía, fiel servidor de los Estados Unidos, y representante total de sus políticas en la región.

Rápidamente el FSA comenzó a ganar posiciones en todo el país, derrotando al ejército regular, sumergiendo a Siria en una grave guerra civil. Sin embargo, por mucho el FSA se encontraba como una fuerza homogénea. El apoyo de Estados Unidos atrajo también la atención de muchos grupos islámicos, y grupos de caziques locales que vieron esto como una gran oportunidad para desarrollar sus propios intereses.

Frente la posibilidad de perder su semicolonia Rusia comenzó apoyar de manera decidida al gobierno sirio, vetando diversos resolutivos del consejo de seguridad de la ONU que intentaba abrir las puertas a la intervención abierta de la OTAN; armando a siria con misiles y demás armas convencionales; así como usando a Iran para que utilizara a su grupo armado Hezbolla en Libano.

Como tercer factor, debemos mencionar las aspiraciones nacionales de la minoría nacional kurda en Siria, que representa alrededor del 15% del total de la población de ese país. Durante mucho tiempo el Partido de la Unión Democrática (PYD por sus siglas en kurdo) había sido una fuerza clandestina, de ideología Marxista-Leninista, cercana al Partidos de los Trabajadores del Kurdistán (PKK por sus siglas en kurdo) que se encuentra activo con una importante fuerza guerrillera en Turquía. Al estallar la guerra civil, y al haberse debilitando el gobierno de Al-Assad que había suprimido todos los derechos de la nación kurda, el PYD reveló una su milicia que había estado entrenando y comenzó a tomar diversas ciudades y pueblos.

Con lo anteriormente mencionado habría que identificar las siguientes contradicciones:

  • El mando oficial del FSA se encuentra en manos de Estados Unidos y sus lacayos, principalmente Turquía, sin embargo, en su interior también existen fuerzas democráticas y señores de la guerra. Si bien esto es cierto en lo general, existen más de 50 brigadas contabilizadas de diversas orientaciones.
  • Las fuerzas islamistas sunitas, se han separado del FSA y han comenzado una campaña de implantar la ley del islam en contra de sus enemigos laicos y de otras creencias como son los Shiitas (o su secta Alawita), cristianos y kurdos. Han sido más eficaces y comienzan a dominar importantes territorios. Sus diferencias con el FSA ha derivado en enfrentamientos militares y batallas por el control de ciertas ciudades. A pesar de esto, Turquía sigue apoyando militarmente a estos grupos, principalmente Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIL por sus siglas en inglés)
  • El PYD ha creado la fuerza militar llamada Unidades de Protección Popular (YGP por sus siglas en kurdo) con alrededor de 20 mil elementos que han logrado ganar el control de gran parte del norte de Siria en contra de las fuerzas islamistas que los habían atacado por su posición secular. Intentan quedar neutrales en la guerra, sin apoyar al gobierno ni al FSA, poniendo como centro de su lucha la defensa del Kurdistán sirio. Al tratarse de una guerra que refleja las contradicciones interimperialistas principalmente, es correcta esta posición.
  • Las fuerzas del gobierno Sirio, apoyado por Rusia e Irán, que han logrado exitsosamente llevar acabo una contraofensiva para volver a ocupar importantes zonas que les habían sido arrebatadas por el FSA.
  • Hezbola y otras fuerzas Shiitas, tanto de Irak como de Iran también han apoyado activamente al gobierno Sirio, poniendo un componente de contradicciones de las fuerzas islámicas.

Como vemos, el escenario es difícil en Siria, donde la única posición significativa de avanzada es el PYD, pero que también en el pasado se ha visto titubeante y sin un proyecto socialista claro. Podemos decir, que a pesar de reivindicarse como Marxistas-Leninistas, sus raíces ideológicas provienen del PKK, que en los 80’s era pro soviético. También existe el peligro de la reacción feudal, con los grupos islamistas, que en todas las zonas bajo su control imponen las leyes más retrógradas del fundamentalismo islámico. Pero al igual, el pueblo, de ganar el gobierno de al-Assad sufrirá la opresión fascista de su régimen, con más intensidad de lo ya expresado anteriormente.

Es entonces que los comunistas debemos aprender la lección, que sin una capacidad suficiente, la realidad de la lucha de clases puede rebasar nuestras capacidades. No estar a la altura en los momentos clave para nuestros pueblos llevará a un gran sufrimiento a todas las clases explotadas y oprimidas.

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